De días lejanos y de aves
Tanta ausencia aferrada a mis anhelos yo viví en aquellos días...
caprichosas oleadas de ánimo que se iban con el viento
el frío no le permitió a mi curiosidad abrir los ojos del todo
y me perdí en absurdos
mientras me refrescaba en el destino que inventé esperaba por mí
ya es hora de dejar de soñar y de tener frío en el alma.
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